Paroles de Rubik
Mi voz echó un clamor sobre la tierra ardiente,nací bailando el son de arquitecturas rebeldes.
Después de tanto andar el mundo parece que se detiene,
las voces vienen y van, gritan las sonrisas alegres.
Yo me pensaba mar, yo me creía endeble
hasta que logré volar sobre todo el caimán verde.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me hieren a muerte.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me quieren a muerte.
Y parece que has llegado a encontrarle sentido a todo,
que el presente se te aferra como redes y quiere sacar la luz de ti.
Y parece como un fin, una despedida decente, una canción echada a su propia suerte. La vida es un cubo de rubik.
Yo me pensaba mar, yo me creía endeble
hasta que logré volar sobre todo el caimán verde.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me hieren a muerte.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me quieren a muerte.
Y parece que has llegado a encontrarle sentido a todo,
que el presente se te aferra como redes y quiere sacar la luz de ti.
Y parece como un fin, una despedida decente, una canción echada a su propia suerte, la vida es un cubo de rubik.
(Gracias a Angel Cunillera por esta letra)
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me hieren a muerte.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me quieren a muerte.
Y parece que has llegado a encontrarle sentido a todo,
que el presente se te aferra como redes y quiere sacar la luz de ti.
Y parece como un fin, una despedida decente, una canción echada a su propia suerte. La vida es un cubo de rubik.
Yo me pensaba mar, yo me creía endeble
hasta que logré volar sobre todo el caimán verde.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me hieren a muerte.
Cruda realidad, ver debajo de mis pies tantas espinas que me quieren a muerte.
Y parece que has llegado a encontrarle sentido a todo,
que el presente se te aferra como redes y quiere sacar la luz de ti.
Y parece como un fin, una despedida decente, una canción echada a su propia suerte, la vida es un cubo de rubik.
(Gracias a Angel Cunillera por esta letra)
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